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A CONVENCIÓN DOS DEREITOS DA INFANCIA

A CONVENCIÓN DOS DEREITOS DO NENO E A ESPERANZA DO MUNDO por Wilkie Delgado Correa

Somalia e EE.UU., únicos países que non a ratificaron.

A Convención Dos Dereitos do Neno, só non foi ratificada por dous dos 192 países da ONU: Somalia e Estados Unidos, di unha noticia verídica. Pode Ud. crelo?

Non son fáciles os tempos que corren e vívese en crise permanente, xa sexa económica, climática e doutros tipos, pero crise en fin do desenvolvemento humano. Todo ten a súa orixe. Para estas son a opulencia e o malgaste duns poucos, sustentada nunha superexplotación feroz do home ou do ambiente, e a miseria e a carencia de moitos, explotados até o infinito, que representan a maior parte da humanidade. Seguir lendo A CONVENCIÓN DOS DEREITOS DA INFANCIA

CARTA PREMIADA MES DE MAIO 2007

EL AMOR DE LOS 5 HÉROES BAJO EL IMPERIO DEL TERRORISMO:
UN LLAMADO A LOS ACADÉMICOS, CIENTÍFICOS Y PROFESORES

WILKIE DELGADO CORREA *

Estos tiempos están presididos? para bien y para mal- por la llamada lucha contra el terrorismo. El eco de las voces que la proclaman nos llega, queridos colegas, a nuestras cátedras, aulas, laboratorios y tribunas académicas. Ningún intento por aislarnos del mundanal ruido, tendrá éxito. Nuestros conocimientos avanzados y resultados investigativos tienen este entorno político ineludible. Estar conscientes de esta realidad es un deber insoslayable como entes protagónicos de la educación, la docencia, la cultura, la ciencia y la conciencia de nuestros países. Son muchos los valores humanos trascendentes que defendemos en nuestro diario quehacer y, por supuesto, con nuestra obra y vida toda. Nuestras verdades en todos los campos del saber, son parte también de las otras verdades emergentes y contendientes en nuestras sociedades, y éstas también nos pertenecen como un patrimonio común de la humanidad.

¿Cuántos pueblos y seres humanos sufren las consecuencias homicidas o genocidas de los planes terroristas de odio y venganza ciegos? ¿Cuántos hombres y pueblos sufren las consecuencias de invasiones, bombardeos indiscriminados, bloqueos, detenciones arbitrarias, secuestros, torturas, asesinatos, desapariciones, persecuciones, prisiones en cárceles secretas, discriminaciones, negación de derechos fundamentales?

Nadie puede ignorar que existen dos formas de combate contra el terrorismo. Una es esencial y coherente y, en fin, la verdadera. Es la que se opone a cualquier terrorismo, provenga de cualquier bando y cualquiera sea su causa. La otra es distinta, y es en realidad otra forma de terrorismo. Es la que emplea el sadismo y la hipocresía para combatirlo.

Tampoco nadie debe ignorar que no merecen condena injusta quienes se opongan limpiamente al terrorismo. Y, sin embargo, hoy lamentablemente se encuentran presos en cárceles norteamericanas cinco cubanos ?justamente reconocidos como Héroes- sufriendo largas condenas, a pesar de que el Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre las Detenciones Arbitrarias, dictaminó su carácter arbitrario e ilegal, y de que un panel de tres jueces del Circuito de Apelaciones de Atlanta, declaró nulo el juicio y las sentencias, analizando el clima desfavorable para los acusados en la sede de Miami, y otras razones.

Gerardo, Antonio, Ramón, Fernando y René son los nombres de esos cubanos que por amor a su patria y a la vida de sus compatriotas, decidieron arriesgar, transformar y sacrificar sus vidas como destacados intelectuales y profesionales para convivir con terroristas en un medio hostil, a fin de conocer e impedir sus acciones criminales que ya han costado miles de vidas a su pueblo. Fue por un inmenso amor a la justicia que decidieron enfrentar inermes el peligro de una mafia terrorista que maneja armas y explosivos, en Miami y otros sitios, como si fueran relojes de pulsera u otros adornos personales, además de proclamar sus acciones por televisoras y emisoras de radio como si se tratara de anuncios y artículos de consumo. Fue por amor al pueblo cubano, al norteamericano y a otros pueblos del mundo, cuyos ciudadanos podían ser víctimas, como lo demostró la realidad, de la mala suerte ?de estar en el lugar equivocado y en el momento equivocado,? al decir de un terrorista mayor como Luis Posada Carriles, que hoy goza de libertad en territorio norteamericano, a pesar de sus horrendos crímenes, como responsable máximo de la voladura de un avión en pleno vuelo y que costara 73 muertes, y otros actos vandálicos. Fue por ese amor grande de humanidad, ese noble amor de los buenos, que estos cinco hombres, además de sacrificar sus vidas, estuvieron dispuestos a sacrificar sus grandes amores personales, de madres y padres, de esposas e hijos, porque ellos también compartían igual suerte en sus combates consecuentes contra el terrorismo y su amor profundo por la paz.

Es teniendo en cuenta estas realidades que les he expuesto y la máxima de Martí de que ?contemplar en calma un crimen es cometerlo?, que apelo a vuestras conciencias para que busquen, se acerquen y encuentren la verdad de este caso y, una vez convencidos de la necesidad y razones para revindicar a la justicia pisoteada, participen con sus voces dignas y respetables en la defensa de cinco hombres que representan el amor más acendrado en esta época envilecida por el terrorismo y el odio y la venganza de una guerra brutal contra el terrorismo.

Sólo me permito recordarles que ?mientras no esté conseguida la justicia, se pelea?. A eso, una vez más, les convoco, y estoy seguro de que tendremos en ustedes oídos receptivos, corazones ardientes y voces solidarias.

* Doctor en Ciencias Médicas, Profesor Consultante y Profesor de Mérito. Instituto Superior de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba, Cuba

CARTA ELEXIDA MES DE XUÑO: WILKIE DELGADO CORREA

Remito este trabajo para el Concurso y contribuir a la causa de los cinco. Salió algo por encima de las cincuenta líneas. ¿Invalida su participación así? Favor responderme para si así fuera ajustarlo a cincuenta líneas auqneu se perdieran aspectos importantes. Gracias. Dr. Wilkie Delgado Correa.

MENSAJE FRATERNO PARA CINCO HÉROES PRISIONEROS
DEL IMPERIO DE ESTADOS UNIDOS

WILKIE DELGADO CORREA

Queridos hermanos:

Somos habitantes de esta casa común llamada mundo o planeta tierra. Somos millones de seres humanos que aspiramos a la paz y a la felicidad, que amamos cada uno de nosotros el pedazo pequeño de tierra donde le tocó nacer o vivir. Sabemos, no obstante, que el mundo es ancho, y como miembros de la humanidad, compartimos esa patria común que debemos defender y curar de todos los males que la amenazan o agobian.

Si nosotros, habitantes de países de todas las latitudes y hablantes de todos los idiomas, les demostramos amistad y hermandad, si hacemos nuestra la causa que los llevó y los mantiene injustamente en las cárceles de alta seguridad de los Estados Unidos, es, queridos hermanos, porque “los héroes son propiedad humana, comensales de toda mesa y de toda casa familiares”, según sentenciara José Martí, y porque “son héroes los que pelean y padecen por defender una gran verdad”. Por estas razones queremos que llegue a cada uno de ustedes, algunas ideas esenciales, una compañía con consuelo y aliento, una solidaridad y una admiración que tengan las cualidades de la caricia y del amor más entrañables.

¿Cuántos recuerdos de segundos, minutos, horas y días sin contacto físico con Ivette, tu hija menor, y con Olga, tu esposa, suman y multiplican, René, esos quince años en la prisión? ¿Cuántos besos y te quieros lejanos, sin ningún contacto físico con Adriana, tu esposa, pueden enviarse en cartas y telefonemas, Gerardo, durante una prisión de dos cadenas perpetuas más 15 años? ¿Cuántos sueños de hijos por concebir y caricias de tu esposa, Rosa Aurora, caben, Fernando, en 19 años de prisión injusta? ¿Cuántos abrazos y retozos de hijas y amor de tu esposa, Elisa, dejan de concretarse, Ramón, en una prisión de una cadena perpetua? ¿Cuántos poemas realizados y fallidos, esas flores del pensamiento y de los sentimientos, pueden pasar por la mente, Tony, durante una prisión de una cadena perpetua? ¿Cuántos abrazos y besos de madres estoicas, esperan por realizarse, René, Antonio, Fernando, Gerardo y Ramón, en tantos años de prisión cruel e inhumana? ¿Cuántos abrazos y saludos de gentes del pueblo esperan por concretarse en un día cualquiera durante esos años?

Necesitamos preguntar y contestarnos esas interrogantes que llegan no sólo a la razón, sino al alma. Necesitamos compartir con ustedes la dura realidad de un tiempo consumido detrás de los barrotes de las cárceles despiadadas de Estados Unidos, cumpliendo prisión y condenas que no merecen hombres dignos y valientes, con una entrega heroica a la causa mejor de todo hombre: la defensa desinteresada de la patria amenazada, acosada y agredida.

Es hora de expresarles que la hermandad surge de la sangre familiar compartida. Pero también emana y se desarrolla a partir de experiencias y vivencias conjuntas, o de ideas, sueños y valores asumidos como un compromiso irrevocable. La hermandad se expresa con múltiples características distintivas, con gestos y acciones específicos. La hermandad lleva en sí la emoción y el aliento que conmueven y vivifican la existencia humana.

En la soledad acompañada de esas prisiones de los Estados Unidos, llegue esta carta que brota de nosotros como una fuente inagotable que se derrama al compás de los latidos emocionados del amor y la solidaridad.

En esta lucha por la libertad de ustedes, enarbolamos las banderas de la justicia, la libertad y la fraternidad frente a las ergástulas del odio y la venganza. Esperamos verles libres nuevamente en medio de la alegría del heroico pueblo cubano. Deseamos festejar, de un confín a otro del mundo, ese día hermoso de la liberación, que llegará indefectiblemente, como un día llegó la libertad de Nelson Mandela y de otros prisioneros ilustres de las buenas causas. Volverán a ser libres porque el imperio, por muy colosalmente poderoso que parezca, no podrá nunca hacer añicos los principios del bien, de la moral y la justicia, ni podrá aplastar las fuerzas indomables e indestructibles del espíritu humano.

. Sabemos que entonces respirarán el aire de la libertad con el pecho tan ancho como el mundo.

Sepan desde ahora que les esperamos también con un abrazo tan grande como ese mismo mundo.

SUS HERMANOS DE TODAS PARTES DEL MUNDO QUE NO SE CANSARÁN DE LUCHAR POR SU LIBERTAD